Tomás llega después de que Jesús ha muerto y fielmente lo acompaña en el camino al entierro para darle el último adiós. Durante el trayecto Barrabas y su revolucionario grupo bloquean el amino y le piden a los deudos e les unan a su lucha contra los romanos.
Este hecho permite a Tomás, Juan y a los otros escapar, pero ellos están registrados en una lista de los seguidores de Jesús quienes serán capturados en Jerusalén.
Escabulléndose a través de los estrechos callejones de la ciudad, Tomás y su grupo se encuentran con otros discipulos en la casa donde ellos celebraron la última cena.